«Conozca sus cifras de presión arterial» sigue siendo el lema del Día Mundial de la Hipertensión, que desde el 2013 y hasta el 2018 ha sido concertado por la Liga Mundial de Hipertensión (WHL)1 y la Sociedad Internacional de Hipertensión (ISH)2, con el propósito de incrementar la conciencia ciudadana en todas las poblaciones del mundo alrededor de la hipertensión arterial, a fin de que cada persona adulta conozca los valores de sus cifras de presión arterial y sepa concluir si dichos valores se encuentran en el rango normal o si por el contrario, están elevados. El lema puede ser complementado con esta frase: El día mundial de la hipertensión es el momento perfecto para aprenderlas.

La Hipertensión Arterial es la condición o estado en el cual, la persona presenta la presión arterial sistémica persistentemente elevada; esto es, con base en múltiples mediciones, cuando la presión arterial sistólica persiste en valores iguales o superiores a 140 mm Hg, o la presión arterial diastólica se mantiene en valores iguales u superiores a los 90 mm Hg3.

Cuatro de cada diez adultos en el mundo padece hipertensión arterial. Esta proporción aumenta con la edad: mientras en el grupo etáreo de 20 a 40 años se puede hallar hipertensión arterial en el 10% de ellos, de los 50 a 60 años esta proporción se incrementa al 50%. Una de cada 5 personas tiene prehipertensión.

A pesar de la eficacia de los medicamentos disponibles para su tratamiento y del bajo costo para controlarla, existen bajas tasas de tratamiento y control de la enfermedad en pacientes diagnosticados. Los estudios muestran que 1 de cada tres personas hipertensas no logran mantener sus cifras por debajo de 140/90.

La hipertensión, o presión arterial igual o superior a 140/90, afecta a cuatro de cada diez adultos, con graves consecuencias para la salud de hombres y mujeres.

Una presión arterial igual o superior a 140/90 eleva el riesgo de tener un infarto al corazón y un accidente cerebrovascular que son las primeras causas de muerte en todo el mundo. También puede provocar enfermedad arterial periférica, insuficiencia renal, así como ceguera, e insuficiencia cardíaca.

La hipertensión es más grave cuando está por encima de 140/90, y sus riesgos son aún mayores para quienes fuman o tienen obesidad o diabetes.

Casi la mitad de las personas con hipertensión no está diagnosticada porque no sabe que tiene la presión arterial alta. La hipertensión generalmente no da síntomas, por eso es necesario que todos los adultos midan su presión arterial con regularidad y conozcan sus cifras.

Tenga en cuenta lo siguiente:

  • Las medidas para prevenir la hipertensión pasan por reducir el consumo de sal, tener una dieta balanceada y saludable, evitar el consumo nocivo de alcohol, no exponerse al humo del tabaco o sus derivados y mantener un estilo de vida físicamente activo y un peso corporal saludable.
  • La hipertensión puede ser controlada –por debajo de 140/90– con modificaciones en el estilo de vida, siguiendo las indicaciones de los profesionales de la salud y con medicamentos eficaces y seguros, que además son de muy bajo costo y están incluidos en el POS.
  • El tratamiento ayuda a controlar la presión arterial pero no cura la hipertensión. Si se abandona el tratamiento, la presión arterial volverá a aumentar por encima de 140/90 y con ello el riesgo de complicaciones cardiovascular.